La versatilidad es un rasgo de liderazgo fundamental tanto para liderarse a uno mismo como para prestarse a los demás. En la gestión de nuestra actividad diaria y con los cambios que hemos vivido estos meses de confinamiento, debemos tener siempre activa la capacidad de observar y adaptar nuestras respuestas a los cambios que se producen constantemente. Para ello aplicamos nuestro repertorio de habilidades, tanto personales como profesionales, y debemos mostrarnos abiertos a adaptar nuestro comportamiento en cada momento, en otras palabras, aumentar nuestra versatilidad. Y nos lo hemos estado demostrando durante estos meses de confinamiento en casa para atender el tele-estudio de los hijos, al mismo tiempo que nos hemos complementado con la pareja y atendido al trabajo y resto de familia o clientes casi al mismo tiempo. el aumento de la versatilidad se da cuando te aplicas en un entorno que controlas, y donde tomas decisiones de forma autónoma para el beneficio de todos. Aprovechemos el momento y reflexionemos sobre cuestiones como, «¿Qué debo comenzar a hacer, dejar de hacer o seguir haciendo para ser más versátil?». Podemos adoptar enfoques más sistemáticos y evaluar nuevas fortalezas o detectar nuevas debilidades. Comentar con nuestros equipos sobre el balance de los nuevos resultados alcanzados en este trimestre, dado que profesionalmente hemos podido intuir que ha habido mejoras por la versatilidad aplicada. Es el momento para adoptar nuevos hábitos, leer e investigar nuevas materias o nuevos conocimientos y tomar nuevas referencias de otras personas, sus rutinas o lecturas. Tratemos por tanto de adoptar nuevos enfoques pues nos convertiremos en profesionales más flexibles y versátiles.
Derecho a la Gestión 