Mi amiga Laura Molla escribió una entrada hablando del valor de los servicios jurídicos a través de un cuento. En el mercado legal ya existen servicios denominados «low cost» y que tienden a gestionar el servicio de tal manera que, teniendo su cuota de mercado, afecta al valor y a la calidad generada en el servicio y su entrega. Creo que el servicio «low cost» queda validado cuando encuentra clientes que lo eligen para satisfacer sus necesidades, aunque muchos seguirán prefiriendo la calidad artesanal. Lo que más puede satisfacer a un cliente es reflejar en el servicio el mayor reconocimiento que podemos darle como cliente, el hacer a medida. Y eso, en servicios, es posible con el uso de lo que yo llamo “las tres tes”. Talento, trabajo y tecnología.
Categorías